miércoles, 28 de diciembre de 2011

Del silencio III











Y fue la palabra

la línea caliente y oscura

que rodeaba la cintura.

A cada paso más profunda,

a cada paso más adentro.






lunes, 12 de diciembre de 2011

Una sola nota musical para Holderlin




Si pierdo la memoria, qué pureza.
En la azul crestería la tarde se demora,
retiene su oro en mallas lejanísimas,
cuela la luz por un resquicio último, se extiende
y me delata
como un arco que tiembla sobre el aire encendido.
¿Que esperaba el silencio? Príncipes de la tarde,
¿qué palacios
holló mi pie, que nubes o arrecifes, qué estrellado país?
Duró más que nosotros aquella rosa muerta.
Qué dulce es al oído el rumor con que giran los planetas
del agua.



Pere Gimferrer




lunes, 5 de diciembre de 2011

Del silencio II




Llega la cazadora y en el viento su nombre es una flecha.
Sílabas de silencio arrastran sus pasos
y en su cuerpo encuentro señales precisas
que la enmarcan en mis recuerdos.


martes, 29 de noviembre de 2011

Del silencio I






Vuela un pájaro entre los dos
y en esa larga ausencia
pasa una vida.


lunes, 21 de noviembre de 2011

Albada




Despiértate. La cama está más fría
y las sábanas sucias en el suelo.
Por los montantes de la galería
llega el amanecer,
con su color de abrigo de entretiempo
y liga de mujer.

Despiértate pensando vagamente
que el portero de noche os ha llamado.
Y escucha en el silencio: sucediéndose
hacia lo lejos, se oyen enronquecer
los tranvías que llevan al trabajo.
Es el amanecer.

Irán amontonándose las flores
cortadas, en los puestos de las Ramblas,
y silbarán los pájaros -cabrones-
desde los plátanos, mientras que ven volver
la negra humanidad que va a la cama
después de amanecer.

Acuérdate del cuarto en que has dormido.
Entierra la cabeza en las almohadas,
sintiendo aún la irritación y el frío
que da el amanecer
junto al cuerpo que tanto nos gustaba
en la noche de ayer,

y piensa en que debieses levantarte.
Piensa en la casa todavía oscura
donde entrarás para cambiar de traje,
y en la oficina, con sueño que vencer,
y en muchas otras cosas que se anuncian
desde el amanecer.

Aunque a tu lado escuches el susurro
de otra respiración. Aunque tú busques
el poco de calor entre sus muslos
medio dormido, que empieza a estremecer.
Aunque el amor no deje de ser dulce
hecho al amanecer.

-Junto al cuerpo que anoche me gustaba
tanto desnudo, déjame que encienda
la luz para besarte cara a cara,
en el amanecer.
Porque conozco el día que me espera,
y no por el placer.




Jaime Gil de Biedma



lunes, 14 de noviembre de 2011

En la hondura





En la hondura de tu cuerpo sonaba una campana…
Siempre que miro al norte la escucho lejana.



martes, 8 de noviembre de 2011

Negación






Niega el viento la lumbre


y en su afán por redimirla crece


incendiando el bosque.







miércoles, 2 de noviembre de 2011

Presagio










Tengo en la demora un incierto presagio.
La luz esquiva todas las preguntas
y los pájaros anidan lejos...
Aun así hay atardeceres donde todavía es fácil dormir.
















martes, 25 de octubre de 2011

Nocturno






Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían, y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.




Julio Cortázar







lunes, 17 de octubre de 2011

La brújula















¿De qué sirve tener un abanico de horizontes

para que siempre elija la brújula el que más duele?





martes, 11 de octubre de 2011

Besos




La vida no es
la cara ni el llanto de la cara
ni la mano ni el golpe de la mano en la cara
ni el viaje de la mano ni la estéril huida de la
cara

es el hilo de sangre que sale de tu boca.



Jorge Boccanera



martes, 4 de octubre de 2011

Gemido






Habitamos el silencio
y sin embargo un gemido suyo
deja puentes tendidos a mis brazos.



viernes, 30 de septiembre de 2011

Escucho cada noche un pájaro









Escucho cada noche un pájaro.
Un mirlo oscuro y solitario
que antes del amanecer
canta en mi jardín.
Nunca sé si me habla de la noche
o de los peligros del nuevo día.







lunes, 26 de septiembre de 2011

La certidumbre




No hay límites para soñar
aunque quizás después de tantos sueños rotos
uno ya sabe que mirándose a los ojos frente a un espejo
siempre está la certidumbre de lo inesperado.







viernes, 23 de septiembre de 2011

Desnuda de Pablo Neruda (38º aniversario de su muerte)




Desnuda eres tan simple como una de tus manos:
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.

Desnuda eres azul como la noche en Cuba:
tienes enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda eres redonda y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.

Desnuda eres pequeña como una de tus uñas:
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo

como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.



Pablo Neruda



domingo, 9 de enero de 2011

1.964




I



Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde ( repites vanamente )
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.



II



Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.



J.L. Borges