Busco tu piel inconfesable, tu piel ungida por la tristeza de las
serpientes; distingo tus asuntos invisibles, el rastro frío del
corazón.
Hubiera visto tu cinta ensangrentada, tu llanto entre cristales
y no tu llaga amarilla,
pero mi sueño vive debajo de tus párpados.
2 comentarios:
Y esos párpados, se pueden abrir para que tu sueño viva?
Un saludo!
los sueños perduran...seguro.
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