jueves, 23 de septiembre de 2010

De Antonio Gamoneda




Se extingue el mirlo en las alcobas blancas donde soy ciego,
donde, algunas veces, suenan en ti grandes campanas.


1 comentario:

Simplemente Olimpia. dijo...

Debo reconocer que en esta noche noctivaga se me escapa el sentido del poema. Seguro que alguno habra, pero hoy no me corresponde....como siempre.

Olimpia.